Javier Jara Bao

Vistiéndose de nuevo
Cuenta una historia que un gran diseñador, se propuso crean la mas grande sus creaciones para que fuese ocupada por los invitados a la ceremonia. Tal seria el esfuerzo que dispondría en su creación que seria el requisito para poder participar del evento. La creación fue ardua, laboriosa y desgastante; pero rindió frutos. Su obra estaba acabada. El día del evento todos los invitados debían usarlo. A pesar de ser una hermosa creación muchos no quisieron usarlo, a otros no les gusto prefirieron usar su propia vestimenta y otros encontraron que no era necesario.
Pero cuando llego la revisión, todos aquellos que no estaban con el vestido diseñado para la ocasión fueron expulsados, por que su atuendo no se correspondía con la seriedad de la ceremonia.
En muchas instancias de nuestro diario vivir, se nos pide que nos vistamos de acuerdo a la ocasión. y Nadie duda en ocupar sus mejores vestidos o trajes para esas ocasiones. A nadie se le ocurriría ir a una importante ceremonia frente a alguna autoridad (donde a sido invitado) e ir mal vestido.  Es un signo de educación vestirse bien, frente a esas invitaciones. El punto que si esto lo llevamos al terrenos de lo espiritual, no se hace tan real.
Pablo hace un llamado a los hermanos en Efeso,  que ellos han sido enseñados, se les a expuesto que ellos conocen su nueva identidad.  Por tanto deben practicar esa nueva identidad. Pablo les afirma.
Ustedes aprendieron de y a Cristo, por lo tanto, desvístanse, renuévense y vístanse, para que el propósito de Dios sea cumplido en sus vidas.
Veremos hoy en  Efesios 4.20-24 esta exhortación de Pablo a los de Efeso y que hoy también es un llamado a nosotros

“Se llegó el tiempo en donde vivir en santidad es pecado y vivir en pecado es bien visto por la iglesia” - A. W. Tozer


V.20-21 (Afirmación de la nueva identidad)
MAS VOSOTROS [...] LA VERDAD QUE ESTA EN JESÚS.
El contraste a los que andan en la vanidad de sus mentes, los creyentes han aprendido a vivir de una manera diferente. Todos los creyentes tienen una nueva identidad, ya no son de este mundo, Cristo es su todo y ahora es Él quien marca el rumbo de sus vidas por medio de sus enseñanzas. Los cristianos no han aprendido a vivir de manera sin sentido, de manera vana; para los creyentes ahora la vida tiene sentido y tiene un propósito. La diferencia con los no creyentes por tanto es radicalmente opuesta. Esto es como los juegos de encontrar las diferencias, la vida de los creyentes no solo tiene 7 o 10 diferencias difíciles de encontrar; la diferencia es tal que seria como poner dos imágenes completamente distintas y pedir encontrar las diferencias.
A Cristo le hemos aprendido por medio de una relación personal, que es lo que recalca el versículo. No solo hemos aprendido un contenido o estilos de comportamiento, a Cristo lo conocemos por medio de una relación personal. Es es la cabeza del cuerpo (la iglesia) por lo que esa relación es profunda e intima (Colosenses 2.6-7).
Pablo afirma de que no han aprendido a Cristo para andar de una manera vana, como una realidad. La frase “si en verdad le habéis oído” debemos comprenderla no como una reprensión, si no como una afirmación, “si, como es el caso, escuchas a Cristo”. Por tanto Pablo esta diciendo que no hay duda que sus oyentes habían escuchado y aprendido a Cristo, fue el mismo Pablo que por varios años les enseño el Evangelio de Cristo (Hechos 19.1-10) siendo ellos bautizados por el Espíritu Santo (1 Tesalonicenses 4.1).
Los creyentes de Efeso han escuchado y sido enseñados por la verdad de Jesús. No debe haber engaño. Las obras deben estar de acuerdo a la nueva identidad que ellos tienen. Los creyentes han recibido esta verdad (Efesios 1.13)
Pablo comienza en razón de esta nueva identidad, en base a como han aprendido de Cristo, a describir este proceso que que debe estar presente en cada creyente.

V.22 (Desvístanse)
EN CUANTO A LA PASADA [...] A LOS DESEOS ENGAÑOSOS
Los creyentes que ya conocen a Cristo (en un relación intima) deben quitarse el antiguo comportamiento, tal como uno se saca alguna pieza de ropa. Todas las practicas vanas ya no pueden ser parte de la vida del creyente. Esto se llama santidad. Esta acción no es una opción, esta acción tiene una fuerza de mandato para todo creyente. La nueva vida o identidad del creyente es la “fuerza vital”, el lo que “empuja” al creyente a vivir la vida cristiana digna del llamado de Dios (Efesios 3.20).
En Cristo somo nuevas criaturas, pero no podemos desconocer el llamado de el Señor Jesús a su cuerpo para ejecutar ciertas acciones.  Cristo crucifico al viejo hombre en la cruz (Romanos 6.6) pero ahora nosotros debemos alinear nuestra vida diaria a la identidad que tenemos en Cristo. Debemos ir quitándonos diariamente cada despojo, cada rasgo pecaminoso que quedan de aquel viejo hombre; debemos vencer su influencia. Este es un proceso continuo, diario que cada creyente debe hacer en su vida (Filipenses 1.6).

La renovación de nuestra naturaleza es una obra de gran importancia, pero no puede lograrse en un día. No sólo tenemos una nueva casa que edificar, sino una vieja que demoler. - George Whitefield.

Este viejo hombre, esta corrompido o depravado debido a sus propios deseos engañosos. No hay verdad en el viejo hombre, en Cristo hemos aprendido la verdad (Efesios 4.21). El pecado es un poder engañoso (Hebreos 3.13) que se opone a la verdad de Cristo.
Este es lo primero que debemos hacer, despojarnos desvestirnos de lo viejo. Nadie comprándose ropa nueva deja los viejos “trapos” debajo de lo nuevo. Luego de desvestirse debe haber una renovación, de nada sirve vestirse de etiqueta para ir nuevamente a trabajar a la tierra.

V.23 (Renuévense)
Y RENOVAOS EN EL ESPÍRITU DE VUESTRA MENTE
Cada creyente debe renovar su mente, esta es la manera de poder hacer frente a los engaños del pecado (Romanos 12.2). Esta renovación debe ser buscada por cada hijo de Dios pero finalmente esa renovación es efectuada por el Espíritu Santo. Esto esta en concordancia a como Pablo enseña a los de Roma de como el Espíritu Santo transforma su vida y sus mentes (Romanos 8.5-11,13).
El Espíritu Santo transforma nuestra mente, nuestra forma de pensar y razonar. Esta acción no esta siendo ejecutada en los impíos, si no en cada creyente, para que pueda pensar conforme a la voluntad de Dios. De esa manera piensa en la verdad y en lo que es correcto delante de los ojos de Dios, alejado de los engaños del viejo hombre (Filipenses 4.8; 2 Corintios 10.3-6). Este es un fuerte contraste entre los creyentes guiados por el Espíritu Santo y los impíos, guiados por la vanidad de su mente (Efesios 4.17).

“Toda incredulidad es la creencia de una mentira” - Horatius Bonar

Cada creyente debe buscar empaparse de la palabra de verdad, ya que es ella la que nos enseñara a guiarnos y a comprender la voluntad de Dios. Si no manejamos nuestra vida por la verdad es por que creemos otras cosa como verdad.
Una ves que se esta preparado, nos ponemos el nuevo traje. Un vestido digno de la ocasión. Un traje dispuesto para los hijos de Dios.

V.24 (Vístanse)
Y VESTÍOS DEL NUEVO [...] SANTIDAD DE LA VERDAD
Este proceso culmina con vestirse del nuevo hombre. Este nuevo hombre que tiene la identidad de Cristo refleja dos rasgos importantes de Dios: su santidad y su justicia. Este acción de vestirse es diaria y continua igual que el despojarse, lo que equivale a que diariamente el creyente debe experimentar (vivir) su identidad en Cristo (Colosenses 3.10).
Este hombre es creado por Dios, el mismo que creo los cielos y la tierra, el es quien “crea” nuestra nueva identidad, por tanto somos una nueva criatura (2 Corintios 5.17). La presencia del Espíritu Santo es un factor clave en la nueva identidad.
La justicia y la santidad, son términos que juntos resumen la vida virtuosa en obediencia los mandatos divinos. Si los vemos por separados, la Justicia es una una vida apegada a las ordenanzas divinas, una vida moral justa en la relación con los demás (horizontal). Santidad en cambio, se refiere a vivir una vida apartada o dedicada para Dios, viviendo como responsables en nuestra relación con Él (Vertical).
En contraste al engaños del viejo hombre, estas dos virtudes que se manifiestan en la nueva criatura están en base a la verdad. Como la nueva identidad de los creyentes esta unida de manera intima, personal y real a quien es la verdad misma (Juan 14.6), por tanto ahora la vida, carácter, identidad de la nueva criatura esta en aquel que murió en la cruz (Gálatas 2.20)

CONCLUSIÓN
El creyente a sido enseñado en Cristo para Despojarse del viejo hombre, renovarse en su mente y vestirse del nuevo. Si bien es una acción llevada a cabo por el trino Dios, es también un llamado del la cabeza de la Iglesia a su cuerpo, que deben esforzarse en ejecutar estas acciones, viviendo una vida distinta a los demás gentiles, con un pensamiento distinto y una forma de actuar distinta. Seguir viviendo como antes es por que el proposito de Dios no se esta llevando a cabo en tu vida (Efesios 1.4).

Vivir como no creyentes en injusticia e impureza es totalmente incoherente con quiénes somos ahora en Cristo. - Clinton E. Arnold



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