Javier Jara Bao

Pablo luego de dos grande exhortaciones, a las esposas para que se sujeten a sus esposo y a los esposos para que amen a sus esposas, continua la exhortación a los esposos profundizando aun mas la Cristología que fundamenta o sustenta el llamado de Dios a los esposos para que amen a sus esposas.
La Iglesia en Efeso, poseía un contexto histórico similar a nuestra realidad actual, donde si bien las figuras preponderantes en política y economía eran los hombres, las mujeres estaban tomando posiciones de liderazgo de cierta importancia. Así es como este llamado de Dios que era importante para los Efesios toma relevancia también para nosotros hoy.
¿Como el esposo demuestra su amor por su esposa? siguiendo el patrón de amor propio y el ejemplo de Cristo amando a la iglesia, para mostrar la luz de Dios a través de nuestro matrimonio.

V.28 -29a (Patron de amor propio)
ASÍ TAMBIÉN [...] Y LA CUIDA
Pablo refuerza la idea del amar a las esposas, exhortándoles a amarlas y cuidarlas como ellos cuidarían de si mismos. Todo esto esta conectado con lo anterior con el mandato de Pablo a amar a las esposas con un amor sacrificial, purificador y santificador. A ese ejemplo se suma el deber moral (verbo que significa “ser obligatorio) de amarlas. ¿Como? como a si mismo, como a su propio cuerpo.
Hoy en día tenemos un problema con esta imagen, donde en general los hombre no cuidan de si mismo, son irresponsables en su cuidado personal (de salud), no acuden al medico cuando es debido, entre otras situaciones. Esta realidad no ayuda a comprender esto. Pero debemos pensar en que nuestra irresponsabilidad no es el estándar de Dios, ya que lo normal es que cuidemos de nuestros cuerpos, los sustentemos, los abriguemos, etc. Eso es lo normal. Ese es el ejemplo que debemos de seguir. El cuidado que debemos de tener por el templo del Espíritu Santo, que es nuestro cuerpo.
Esto no viene a ser una licencia o una rebaja del llamado de la comparación de Cristo amando a su iglesia, si no que un llamado a algo mas concreto que pueda ser llevado a la practica de la vida diaria (Levítico 19.18; Gálatas 5.14)
Quizás entendiendo nuestra realidad (que quizás allá sido común en esa época también)  es que da una razón al pensamiento anterior. Nadie a aborrecido (gr. odiar) a su propia carne. Si no que el contraste es fuerte y contundente, el normal lo cuida (la estima o la trata con ternura y afecto)  y sustenta (provee el alimento). Esto llama al varón a estar en sintonía con las necesidades de su esposa y atenderlas.
Los esposos deben por tanto seguir el mismo patrón de cuidado propio para amar a sus esposas. Pero al argumento no se centra una vez mas en el hombre, si no en quien todos nosotros tenemos basada nuestra nueva identidad, En Cristo. Pablo pasa del amor propio como razón o ejemplo practico de amor a las esposas, a el ejemplo de Cristo amando a su iglesia.

V.29-30 (ejemplo de Cristo amando a la iglesia)
COMO CRISTO A LA IGLESIA [...] Y DE SUS HUESOS
Todo lo anterior del cuidado y sustento del esposo, debe seguir el ejemplo de Cristo, de como Él esta cuidando de la Iglesia (Efesios 4.15-16).
¿Por que Cristo cuida de la iglesia? por que cada una de las personas que es parte de la Iglesia, forma parte de su propio cuerpo, cada una de los creyente hace forma la “estructura” del cuerpo de Cristo. Todos (énfasis dado por el somos)  recibimos el cuidado y atención de parte de Cristo, como parte de su cuerpo ¿lo has visto en tu vida? ¿has vivido la experiencia de resguardo de Dios? ese es el ejemplo que debemos de seguir para cuidar a nuestras esposa. Dicha en otras palabras, el llamado es a considerar nuestra pertenencia al cuerpo de Cristo y el cuidado que resulta de ello, para aplicarlo al cuidado de nuestra esposa.

V.31
POR ESTO DEJARÁ [...] UNA SOLA CARNE
Pablo cita Génesis 2.24 donde Dios ha establecido la base o fundamento del Matrimonio. Esta es la razón de por que el hombre debe de cuidar de ella como a su propio cuerpo. Ambos, esposo y esposa, por medio del pacto divino que estableció el matrimonio, forman una sola carne. Así es como el esposo debe cuidar de su esposa como a si mismo.
El hombre dejará (gr, dejar atrás) de manera intencional a su familia y se unirá (gr. aferrará o apegará) para ser (gr. tener la calidad de ser o lit. pegar dos objetos) una sola carne. El dejar a los padre tiene que ver con dejar su principal lealtad hacia ellos para pasárselo o transferirselos a su esposa.  Por lo tanto esto no deja de lado el hecho de que ambos deben seguir honrando a sus padres (Éxodo 20.12; Efesios 6.2), solo que su enfoque principal será su esposa.
Este pasaje nos brinda la visión bíblica mas profunda de lo que el matrimonio significa, yendo en contra de todo lo que la cultura actual, las ideologías y lineas de pensamientos contemporáneos quieren hacer creer a todos.

V.32
GRANDE ES ESTE MISTERIO [...] Y DE LA IGLESIA
La realidad de que los esposos se unan y pasen a ser una sola carne, manteniendo sus distintivos propios como personas individuales, es un misterio (lit gr. un secreto divino). Pero mas allá de que es un misterio, es una realidad como lo es la realidad, pero misterio a la vez de como la Iglesia es el cuerpo de Cristo. El matrimonio por tanto refleja, ilustra o nos da una idea de como es la relación de Cristo con la Iglesia. No es cual quier misterio, si no uno grande, ya que posee una relevancia importante de como debemos comprender la aun mas profunda y significativa relación de Cristo y la iglesia.
Nuestros matrimonio con todas las debilidades, falencias que tienen, muestran una realidad superior de como Cristo se relaciona con su iglesia. Como hoy nos conduzcamos en la identidad de Cristo en el matrimonio, reflejara la verdad de las escrituras. Por esto que el llamado ahora es mas importante de como estamos conduciéndonos en nuestra vida matrimonial.
Así es como los esposos debemos conducirnos, siguiendo el ejemplo de Cristo. Así debemos amar a nuestras esposas.

V.33
POR LO DEMÁS [...]Y LA MUJER RESPETE A SU MARIDO
Pablo en este ultimo versículo hace una conclusión final de todo este texto. El marido debe amar a su esposa como a si mismo, tal como Pablo lo ha explicado en los versículos previos. Para la esposa la conclusión es, respeten o sean receptivas al liderazgo de sus esposos. Esta conclusión debe ser, de alguna manera, la máxima o la frase celebre que conduzca la vida matrimonial de cada matrimonio de manera individual, obedeciendo a lo que Dios ha establecido dejando toda posible condición de lado.

CONCLUSIÓN
Vivamos a la luz, de esta enseñanza. El primer lugar donde debemos reflejar nuestra Identidad en Cristo es en nuestro hogar. No seamos o pensemos en ser hipócritas de vivir una vida para “el mundo” y otra en nuestro hogar. Seamos auténticos, valientes y decididos de demostrar nuestro apego a la verdad bíblica  sin importar el lugar donde estemos.




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