Javier Jara Bao
“Me parece que gran parte de la guerra de la iglesia hoy en día es combatida por soldados con los ojos vendados que no pueden ver las fuerzas atacadas contra ellos, que son golpeados por oponentes invisibles y responden golpeándose unos a otros”.
Richard Lovelace (Dinámicas de la vida espiritual, 1979)

Recuerdo la escena de una película, de un soldado que estaba en el frente de batalla. El grupo estaba siendo exterminado por el enemigo, pero él, que había preparado su corazón con convicción y aferrándose a lo que entendía era la voluntad de Dios, rescato a todos los soldados del batallón, ya que era un soldado paramedico. Sus superiores, no entendía que pasaba al ver llegar cada vez mas soldados heridos, ya que a él lo daban por muerto. Este soldado que por convicción había decidido no matar a nadie, y por lo que había sido menospreciado, rescato a aquellos que habían menospreciado su labor. hoy, frente a la batalla espiritual en la que nos encontramos:
¿cuáles son tus convicciones?
¿cuán preparados estas?
¿cuánto te has preparado?
Si el soldado actuó, como lo hizo, fue por que antes se preparo y adquirió convicciones que alumbraron su camino ¿cuanto te estas preparando?
Pablo a la iglesia en Efeso, luego encomendarles una lista de situaciones practicas (familiares, laborales, personales, intimas, etc) da por sentado que el querer y hacer de la forma que el manda (con autoridad dada por Dios) resultará en una oposición de Satanás, para lo que debían estar preparados. Así lo debían entender ellos.
Para nosotros hoy esa realidad no ha cambiado (2 Timoteo 3.12), si vivimos según nuestra Identidad en Cristo, si practicamos nuestra identidad en Cristo vamos a padecer, a sufrir, a enfrentar obstáculos. Pablo da por sentado esta realidad,  no ofreciendo una opción, si no que demanda de los hermanos de Efeso acciones concretas para enfrentar la resistencia de Satanás en nuestras vidas. Acciones que hoy nosotros debemos de considerar.
Hoy veremos como debemos prepararnos para la batalla espiritual en la que nos encontramos con el propósito de estar firmes.
V.10
POR LO DEMÁS, [...] DE SU FUERZA (Primera acción)
 “Por lo demás” es una frase que abre la puerta a una exhortación final o de conclusión.  En esta casi ultima sección Pablo hace un llamado final.
Luego de tratar temas importante como: el ser creyentes, de la vida de nuevos creyentes ahora en esta conclusión final agrega un tema muy relevante y que nos debe hacer comprender que esto no es un juego, si no que es un tema (el vivir piadosamente) de implicancias eternas, que trascienden a nuestra realidad física. Esta exhortación final debe remecernos y despertarnos de nuestro letargo o comodidad en la que estamos.  
Frente a la batalla o resistencia de Satanás, no debemos depender de nuestras capacidades o fortalezas.
 “Fortaleceos” (gr, endynamousthe - lit. sed fuertes, ser capaces) debe hacernos comprender nuestra dependencia de Dios parea enfrentar la batalla
Nuestra fortaleza no procede
- de nosotros,
- de nuestro interior,
- de alguna convicción bien arraigada,
Nuestra fuerza viene de manera externa, y la fuente de esa fuerza obviamente es Dios. Dicho de otro modo nosotros somos solo meros receptores de la fuerza, la supereminente fuerza del poder de Dios en nosotros. Pablo ha orado para que los hermanos en Efeso comprendan esta realidad, ahora los Efesios debían comprender que su poder no viene de ellos si no que es el poder de Dios en ellos (Efesios 1.19, 3.16)
Pablo hace poner la mira en el lugar correcto (Colosenses 3.2) no en el enemigo, si no en quien nos puede sostener en la batalla, ya que nuestras fuerzas no provienen de nosotros si no del Señor (Filipenses 4.13). Este llamado es similar al llamado de Dios a Josué a esforzarse y ser valiente para cumplir lo que Él le estaba mandando (Josué 1.6-7, 9), lo mismo le dice a Su Pueblo (Deuteronomio 31.6-7). Tanto a Josué como al pueblo el énfasis que debían tener en sus mentes y corazón era que Dios estaba con ellos y que por esa razón podrían hacer frente a los enemigos de la tierra que poseerían. Pablo utiliza la misma idea de Efesios de fortalecerse para decirle a Timoteo que se esfuerce en la gracia (2 Timoteo 2.1)
Pero, el llamado es claro hermanos, a pesar que solo somo receptores de Dios, no debemos sentarnos a esperar que el nos de de su fuerza, es responsabilidad de cada creyente fortalecerse, desear y anhelar ser revestidos de poder para poder vivir la vida que Dios nos demanda y de esa forma poder hacer frente a las asechanzas de Satanás. Debemos ser actores activos de la búsqueda del poder de Dios.
¿Como nos fortalecemos? “En el Señor” en esa relación intima con quien nos da nuestra nueva identidad. Es en la oración, lectura de la Biblia, en el estudio de Su Palabra que estamos en esa correcta intimidad con nuestro Señor.  Este poder de Dios, no viene por fórmulas, ritos o encantamientos, si no por un esfuerzo consciente de buscar ser llenados de Su Poder.
La frase “y en el poder de su fuerza” se utiliza como un refuerzo o a manera de énfasis  para poner aun mas en realce el poderoso poder de Dios y lo abundante que esta a nuestra disposición.
Es interesante notar que frente a la batalla antes siquiera mencionar la armadura, Pablo, pone el énfasis en asegurar una correcta vida de intimidad con Cristo. Esto sin lugar a duda que debe llevarnos a meditar que nuestras debilidades no son excusas para no cumplir la voluntad de Dios (1 Juan 4.4;  2 Corintios 12.9-10) si no que debemos confiar en Dios que ya venció el mal y que ese poder esta a nuestra disposición.

“Con lo que significa que Dios manifestará un tal poder, que no debemos dudar que tendremos la victoria contra todo lo que el diablo pueda maquinar, siempre que no seamos vagos ni estemos dormidos. Y así que invoquemos a Dios, a fin de que nos ayude y socorra según sea necesario.”
- Juan Calvino

V.11
VESTÍOS DE TODA LA ARMADURA [...] DEL DIABLO
Pablo comienza a dar mas detalles de como es que nos fortalecemos en el Señor. La idea de fuerza y poder pueden sonar un poco abstractas, por lo tanto Pablo comienza a concretar la idea utilizando la ilustración de una armadura. Solo dando una idea general, ya que en los versículos posteriores dará a conocer cada parte de ella.
El creyente debe Vestirse, que tiene la idea tal como la conocemos nosotros de “ponerse ropa”. El concepto de vestirse ya estaba en la mente de los Efesios (Efesios 4.24) solo que ahora se involucra la imagen de una armadura,  pero que en definitiva podríamos decir que es lo mismo. El nuevo hombre (Efesios 4.24) esta creado en la Justicia, santidad y verdad; de la misma manera la armadura es verdad, justicia, evangelio, fe, salvación, La Palabra y oración. Por tanto existe una correlación o relación estrecha entre el nuevo hombre y la armadura.

“En otras palabras, conocer la verdad de quiénes somos en unión con Cristo, cultivando las virtudes de esta nueva identidad, y utilizando los recursos disponibles mediante esta nueva relación es la clave de lo que significa ponerse la armadura de Dios”
- Clinton E. Arnold

En el contexto histórico, esto no era algo desconocido, los soldados romanos rondaban las ciudades, eran parte del escenario diario. Pablo por su parte, conocía muy bien la armadura pues estando preso, estaba rodeado mas de cerca de soldados que lo resguardaban. Así para la audiencia original no era difícil de comprender la idea que Pablo les estaba transmitiendo. A nosotros hoy se nos hace mas difícil ya que solo podemos comprender esta realidad al ver fotografías o videos, ya que en esta época no estamos rodeados de soldados al estilo romano, pero la definición de cada una de las partes nos ayuda a comprender con mayor profundidad. Pero mas allá de esta dificultad, sabemos como y por que se utilizaban las armaduras. Los soldados en las peleas cuerpo a cuerpo, debían proteger su cuerpo. En el ámbito espiritual, la armadura es la que nos fortalece, con el propósito de estar firmes.
Por lo tanto, cuando Pablo manda a vestirse de “toda la armadura” los Efesios sabían muy a que se refería. El soldado no podía prescindir de ninguno de los elementos de ella, ya que si así lo hacia quedaba vulnerable durante la batalla. El soldado a la batalla va completamente equipado. Nosotros para la batalla debemos estar completamente equipados, no hacerlo nos deja vulnerables como si una persona fuese a la guerra con un polerón grueso y una pistola de agua. No podemos tener una parte bien reluciente de nuestra armadura (La Espada) pero descuidar el Escudo(fe), por ejemplo. Satanás quiere devorarnos (1 Pedro 5.8) debemos estar atentos y preparados.
¿Cual es el propósito de vestirnos con toda la armadura? Para que podamos estar firmes. “podais” en el griego tiene la connotación de ser o llegar a ser suficientes para  una tarea o necesidad. Por lo tanto teniendo en mente esto es que debemos comprender que es solo mediante el vestirnos de toda la armadura es que vamos a estar capacitados (en el poder de Dios) para enfrentar la batalla espiritual. No existe un atajo o una segunda opción para estar firmes. Lo único que nos asegura la posibilidad de estar firmes es que estemos vestimos del nuevo hombre o de toda la armadura, teniendo una relación intima profunda y real con Cristo, de nos ser así somos un blanco fácil para Satanás. (2 Corintios 10.3-5)
¿Por que es importante estar firmes? por que Satanás no ataca a tontas y locas, de manera dispersa o sin propósito. Satanás tiene asechanzas (gr. lit  método o estrategia) o maneras de atacar, actuando de manera sigilosa con astucia y tratando de pasar desapercibido. Satanás es un enemigo inteligente que diseña planes en contra de la Iglesia de Dios. Su principal arma es el engaño (Juan 8.44) y nosotros debemos ser conscientes de eso no debemos desconocer esa realidad (2 Corintios 2.11; Efesios 4.14)

“...nosotros no podemos pero Dios lo hace posible mediante las armas que nos entrega y Su propio poder. Satanás sólo puede ser resistido por un poder mayor que el del creyente.
- Samuel Pérez Millos

CONCLUSIÓN
En la batalla espiritual debe existir un equilibrio, si bien de Dios es el poder o la fuente desde donde este proviene, nosotros no debemos quedar como meros receptores, si no que tenemos una responsabilidad de vestirnos, con todos los elementos que Dios no entrega en su poder. Ese es el equilibrio. Debemos de confiar en Dios pero actuar en responsabilidad. (Capacitación divina Vs actuar humano). Nosotros debemos comprender que estamos sin lugar a duda en una batalla espiritual (con la correcta comprensión del término) y que nuestro enemigo es inteligente y astuto, y nosotros tenemos los elementos, dados por Dios, para estar firmes. Seriamos insensatos y necios si no de manera negligente no nos vestimos con toda la armadura de Dios.




Articulos Relacionados