Javier Jara Bao

No se si han visto la película “El ultimo Samurai”. La historia ronda sobre un soldado ingles, que fue capturado por los samurai. Los ingleses querían conquistar esas tierras y era prioritario destruir a los samurai que resguardaban esos territorios. Este soldado, comenzó a conocer a los samurai y ellos le enseñaron las artes de sus espadas y modos de batalla. Cuando se acercaba la batalla que enfrentaría de manera final a los ingleses con los samurais, este soldado aporto importante información que era necesaria para poder enfrentar al ejercito ingles que contaba con “tecnología innovadora” y que los hacia tener mucha ventaja sobre los samurai. A pesar que al final el final de esta historia es triste y desgarradora, ya que solo sobrevivió un solo samurai, que era este soldado que había sido capturado, vemos lo importante que fue conocer al enemigo, ya que esa información les permitió hacerle mas daño de lo que los ingleses esperaban.
Pablo antes de dar detalles de la armadura que los hijos de Dios deben utilizar, a la iglesia en Efeso, primero los hace poner los ojos en el lugar correcto, que es fortalecerse en Dios (Él es quien sustenta con su fuerza en la batalla), luego les dice que deben prepararse en ese fortalecimiento, que se hace concreto en vestirse con toda la armadura, manteniendo una profunda intimidad con Dios, por medio de la oración, del estudio de Las Escrituras, cultivando así los frutos y el carácter cristianos. Es la única manera de poder salir victorioso de la batalla, es la única manera de estad firme antes los ataques del Diablo.
Y así como es importante poner los ojos en el lugar correcto también es importante conocer a nuestro enemigo. Satanás utiliza asechanzas, maquinaciones, estrategias que nosotros como cristianos en la batalla, como buenos soldados, debemos de conocer. Pero junto con eso es necesario conocer a nuestro enemigo. Y eso lo que Pablo detalla a sus hermanos en Efeso en los versículos que veremos el día de hoy.
Nosotros debemos tener cierto conocimiento de con quien estamos batallando, esa es una razón para preparamos. Si no sabemos si esta lloviendo no saldremos con lo necesario para evitar mojarnos. A la batalla debemos tener nociones generales de nuestro enemigo. Esto nos da una razón mas que suficiente para obedecer a Dios y vestirnos de toda la armadura para poder estar firmes.
Hoy veremos quien es nuestro enemigo, como una razón mas para tomar toda la armadura, y así estad firmes.
V.12
POR QUE NO TENEMOS LUCHA [...] EN LAS REGIONES CELESTES
“Por que” conecta lo que dirá a continuación con lo que ya a dicho. Da la razón, u otra razón para vestirse de toda la armadura. La primera razón era para poder estar firmes frente a las asechanzas del Diablo.
“Lucha” hace referencia no a una guerra, si no que es un termino deportivo que hace alusión a las luchas greco-romana o lucha libre. Esto finalmente pone de manifiesto la realidad de una batalla cuerpo a cuerpo que es cercana, difícil y agotadora. Por eso es importante fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza.
La historia relata que estos tipos de luchas (deportivas) eran comunes en esa época. Hay escritos que describen el uso de magia por parte de los concursantes efesios. “Y en Olimpia cuando un milesio y un efesio estaban luchando, el milesio no era capaz de luchar porque el otro luchador portaba las letras efesias en su tobillo. Cuando se las quitaron, el efesio perdió treinta [veces] seguidas”. Para los hermanos efesios aun se hacia mas real y confrontador el llamado de Pablo a no luchar por sus propias fuerzas o con poderes mágicos o sus capacidades, si no que fortalecidos en el Señor.
Nuestra armas no son carnales, si no poderosas en Dios, enseña Pablo a los corintios (2 Corintios 10.4). Pablo dice a los efesios, que es enfatizado por este contexto histórico cultural, algo similar pero desde otro punto de vista. Debemos de ponernos toda la armadura de Dios por que nuestra lucha no es contra sangre ni carne.  Esta frase realza la idea de que la naturaleza de nuestra batalla es espiritual. La lucha del creyente, hermano, no es contra los gobernadores, los presidentes, los jefes o quien quieras nombrar. Si no que con seres espirituales, que influencia a las personas que nos rodean para hacernos caer.
La guerra espiritual no se lucha solo contra un solo enemigo, grande poderoso e inteligente.si no que contra todo un ejercito bien coordinado y con buenas estrategias de ataques comandadas por el Diablo. Debemos considerar que Dios solo a dejado una información limitada al respecto de nuestro enemigo, por que no es necesario que sepamos mas de que Dios nos ha revelado. Esta información deja muchas preguntas sin contestar. Finalmente esta información no esta para satisfacer nuestra curiosidad, si no, que es la suficiente que necesitamos saber para poder resistirlas.
Principados y Potestades, términos que en general Pablo utiliza para referirse a espíritus demoníacos, que dirigen el curso de las naciones y la historia con “autoridad”
Gobernadores de las tinieblas, son los “controladores” de este mundo, que obedecen al príncipe de la potestad del aire (Efesios 2.2). Todo el mundo esta bajo su poder (1 Juan 5.19) pero su gobierno o poder se limita al mundo no al universo. No es un mundo diferente al nuestro si no que es en nuestro mundo que esta sumergido en tinieblas (Romanos 13.12; Colosenses 1.13).
Huestes espirituales de maldad, los ángeles caídos que forman los “grupos” con los que Satanás cuenta como “soldados” malvados que siguen sus ordenes. Sus poderes son utilizados con fines perversos en contra de la Iglesia de Dios.
Estos distintos grupos se mueven en la esfera celestial, en el aire, rodeándonos, constantemente. Humanamente no podemos batallar en contra de ellos, su esfera de influencia nos es ajena, su poder es mayor que el nuestro y también su inteligencia.
Por esto es que esta descripción da una peso mayor al la orden de Pablo a los efesios a vestirse de toda la armadura. Y hoy para nosotros. ¿Cuan insensato esta siendo saliendo a la batalla con la indumentaria equivocada? ¿Ves la seriedad de la batalla? ¿Entiendes la importancia de prepararse para la batalla?
V.13
POR TANTO, TOMAD [...] ESTAR FIRMES.
Pablo finalmente concluye con un reiteración del llamado a vestirse de toda la armadura, dicho con otras palabras. En función de la realidad que estamos en una batalla real, maligna y frente a enemigos poderosos y estratégicos, es necesario que los hijos de Dios comprendan la dependencia completa de la armadura de Dios, de toda la armadura de Dios.

Resistir con éxito significa recurrir a los recursos que Dios proporciona. - Clinton Arnold

Pablo utiliza en esta ocasión el verbo tomar (verbo imperativo) que esta relacionado con prepararse para la batalla (Jeremías 46.3). Y la forma de prepararse o lo que se debe tomar es TODA la armadura de Dios. Esta armadura esta principalmente diseñada no para el ataque, si no para resistir el día malo, en otras palabras para la defensa. La batalla espiritual en contra de las huestes espirituales de maldad no es principalmente atacar para vencer, ya que ellas ya han sido vencidas (Juan 16.33) y nosotros al estar “en Cristo” estamos en posición de victoria (Colosenses 2.15) , por lo que solo nos resta resistir en el día malo y avanzar o atacar obedeciendo la vez de Jehová de los Ejércitos.
En el día malo nuestros enemigo buscarán derribarnos de la posición en la que estamos, por eso debemos resistir. A pesar de que se habla de “dia” malo, la idea mas que algo puntual, habla de una continuidad durante toda la existencia terrena del creyente. El creyente entre en una batalla de resistencia de largo aliento, pero que es posible de completar y llegar a termino solo con las fuerzas de Dios (Isaías 40.31). Habrá ocasiones en que la lucha parece declinar, que al parecer el Diablo a replegado sus fuerzas, pero no nos equivoquemos. Satanás es astuto y en su estrategia “deja de atacar”
La victoria del cristiano, no es derrotar al enemigo, matándolo o destruyendo sus tropas. La victoria del creyente es que al terminar el día malo, el este firme. Este es el proposito principal de la armadura.

Pero, en esa lucha no hay posibilidad alguna de victoria, manteniéndose erguido, ni de ofrecer resistencia, sin ponerse y utilizar toda la armadura de Dios
- Samuel Pérez Millos.

CONCLUSIÓN
Debemos hermanos entendiendo la vitalidad de estar preparados para la batalla con todos los recursos que Dios no entrega, hacer todos los preparativos que están en nuestra responsabilidad hacer. Es tan cierta la realidad de la batalla espiritual  que durara toda la vida y que se intensificara en distintos intervalos,  que debemos cultivar la disciplina de vestirnos y tomar toda la armadura de Dios, día a día, preparándonos para resistir, solo resistir, ya que la victoria fue ganada por Cristo. No seamos necios o insensatos al despreciar o menospreciar este llamado a estar preparados, para estar firmes.




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